El martes 13 de diciembre, nuestro asesor religioso, Guillermo Rosas ss.cc., fue reconocido por el rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez, por sus 27 años de docencia en la educación superior. En este fin ciclo, Guille nos cuenta sus sensaciones que le dejó su paso por la UC.
Antes de comenzar… ¿Cómo iniciaste haciendo clases?
Terminé mi doctorado en Liturgia en marzo de 1995 e inmediatamente me vine a Chile y postulé a la UC, donde comencé a realizar clases en la facultad de Teología, en mi alma mater. Prácticamente son 50 años de vinculación en la UC, ya que antiguamente había estudiado arquitectura en 1973, luego teología y buenos, después realizando docencia.
Desde el inicio, mezclé mi docencia universitaria con servicios de cursos de difusión en parroquias, nuestros colegios de la Congregación. No solamente estuve dedicado a la parte académica, sino que también diversificar un poco la enseñanza a otras áreas.
27 años en la haciendo clases en la UC… ¿Qué te parece este hito?
Me da una sensación de ser parte de una etapa de la historia. Porque cuando yo comparo desde que comencé a realizar clases hasta ahora… ¡Ha cambiado todo!
Cambió Chile, el mundo, la Iglesia, los papas etc. Entonces es una sensación de fluidez de estar metido en una corriente de la historia.
En todo este recorrido en la educación superior… ¿Qué te llevas de aprendizaje o experiencia?
Un aprendizaje importante ha sido que la docencia y la vida académica no es enseñanza. No es que uno vaya como profesor a transmitir contenidos a otras personas porque esas personas no conocen esos contenidos. Sino que es un proceso de diálogo permanente, crecimiento junto a las personas, que no quita la otra dimensión. Pero la otra dimensión de transferencia de contenido está siempre en relación a esta otra.
Y eso, ha sido muy gratificante porque cuando uno se encuentra con estudiantes que se interesan, dialogan, debaten y reflexionan. Ahí uno experimenta la máxima gratificación y enseñanza.
Ahora que dejaste la docencia en la UC. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Terminar la docencia en pregrado, no significa que no me dedique más a la docencia en la liturgia, y mucho menos a la investigación. En los últimos 15 años yo he hecho mucha investigación. Me he dedicado a escribir mucho. Es más, soy parte del comité editorial de una importante revista de liturgia de Barcelona y ahí permanente estoy escribiendo para ese medio.
Además estoy en proyectos de investigación grandes en los cuales como liturgista participó, y eso como liturgista lo seguiré haciendo. Porque para eso no es necesario estar trabajando en una universidad. La investigación es algo que seguiré haciendo porque me gusta mucho.
Y por otro lado, seguiré ofreciendo cursos de liturgias o del área de la liturgia en otras instancias, como son las parroquias, colegios, grupos, movimientos etc. Porque hay mucha necesidad.
¿Algún mensaje que quieras decir a nuestra comunidad sscc?
Decir que el mundo académico, es un mundo super necesario. Porque sigue siendo cierto que en las universidades básicamente se gesta y donde se lleva adelante el pensamiento, cultura de nuestra sociedades. Las universidades son los centros más importantes de crecimiento y de avance tecnológico, filosófico, médicos etc.
Las universidades y la vida académica para los que tengan vocación, es importante. Es un aporte para nuestro país.